Tres globos
Para divertirme
tres globos he inflado,
le pinto al primero
cara de enfadado.
Al segundo pinto
cara de asustado,
con la boca abierta
y ojos entornados.
Al tercero pinto
con una sonrisa,
con un corazón
que pone Marisa.
Después he cortado
su largo cordel,
y al cielo han subido
los tres a la vez.
Fin.
El tren de los ratones
¡Cuéntalos bien y verás que viajan veinte!
Fin.
La historia del ratón
Esta es la historia
de un viejo ratón
que no sabía
lo que era el amor.
Miraba burlón
a los otros ratones
porque no eran dueños
de sus corazones.
Un día escapando
de una maliciosa gata
cayó en un agujero
dónde vivía una rata.
Al caer se golpeó
soltó un grito de dolor
y la ratita asustada
fue a ver lo que sucedió.
Era una rata muy guapa
le impresionó su belleza
le ofreció un trozo de queso
después le miró coqueta.
Cuando a sus ojos miró
su pequeño corazón
empezó a latir con fuerza
tanto que se asustó.
Se despidió de la rata
pensó no volver jamás
pero se acordaba de ella
cada día un poco más.
Sin saber por qué el ratón
a los tres días volvió
y de nuevo el corazón
con gran fuerza le latió.
¿Sabéis que le sucedió?
Que el ratón se enamoró
y que aquella linda rata
le robó su corazón.
Fin.
Las nubes
La niña miraba al cielo
tratando de adivinar,
qué le decían las nubes
con su forma peculiar.
Miraba y miraba al cielo
tratando de imaginar,
sus tamaños, sus colores
y poder interpretar.
Un perro, un gato, un cordero,
hasta una garza real,
toda clase de animales
entusiasmada al mirar.
Un burro, un hurón, un cuervo,
un elefante, un caimán,
¡qué juego tan divertido!
qué no para de inventar.
Un hipopótamo, un lince,
un tigre y una leona,
todos juntos se pasean
por esta carpa sin lona.
Una cara de payaso
unos monos y dos grajos,
la miran desde allá arriba
y con mucho desparpajo.
Su cabeza gira y gira
para no dejar de ver,
entre tan hermosas nubes
muchas más cosas después.
Ésta vez una jirafa
que su largo cuello estira,
le sirve de tobogán
a numerosa cuadrilla.
A una ardilla voladora,
a una culebra y a un sapo,
todos bajan divertidos
de las orejas al rabo.
Un búho de grandes ojos
ve asombrado, sin creer,
como un gran oso polar
se les une al carrusel.
Como un ciempiés baila cojo,
como un loro canta un tango,
como una oveja hace coro
acompañada de un banjo.
Como el arco iris hace
al querer salir el sol,
con nubes y nubarrones
autopistas de color.
De repente llegó el viento
con mucha fuerza empujando
y a la niña la dejó
sin juego y con desencanto.
Fin
La rosa roja
La más bella de las flores
soy sin ninguna excepción
Presumía una rosa roja
llamando gran atención:
Con envidia la miraban
las flores de alrededor,
cuando se acercó una niña
y una espina se clavó.
¿Ooooh! exclamaron las otras
cuando la sangre brotó
y vieron como la niña
a un tulipán eligió.
Dejando a la rosa roja
más roja que su color…
Fin.
La hormiga y el jazmín
y la hormiga en un jardín,
deprisa corría entre flores
para escaparse de allí.
La lluvia iba haciendo ríos
que la impedían salir,
y a punto estaba de ahogarse
cuando la llamó un jazmín.
“Hormiga entra en mi casa,
que yo cuidaré de ti
hasta que la lluvia cese
y puedas salir de aquí”
La hormiguita agradecida
en la flor se resguardó
y el jazmín con gran cuidado
con sus pétalos la cubrió.
Fin
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